Me cago en la falsa poesía aquella
en el más verdadero verso éste
Y en el imbécil sonriente aquel, de dientes de niquel y cerebro de ceniza.
EN ESTAS LETRAS ESTA ESCONDIDO EL ODIO MÁS RENCOROSO.
Ah!, soy tan especial. La poesía me conmueve.
Ah, somos tan especiales, que las mentiras ya no nos corrompen.
-Así de sensible soy.
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